Tras preguntarse ¿cómo se prepara uno para la muerte de sus padres?, Carlos Hagerman emprende un viaje personal y cinematográfico a través del cual busca reflejar lo que representan sus padres y los frutos del gran trabajo que ellos han realizado durante su vida.
El filme, que tomó veinte años en llevarse a cabo, es una conmovedora historia acerca de Óscar y Doris, padres de Carlos, cuyas metas en la vida se han cumplido, incluyendo la creación de una casa singular, en la que cada habitación ha sido personalizada por ellos mismos, desde cada rincón con muebles y telas hasta las ventanas. Todo encajaba para que la casa fuera perfecta. Y en especial tuviera un patio peculiar.
Un objeto simbólico dentro del documental es la arquitectura de la casa blanca. Ésta es creada y diseñada por sus protagonistas, además de que dentro de ella se guardan secretos de familia con las vivencias de sus hijos y ahora nietos.
“Una casa es como un amigo, tú buscas a un amigo que se parezca un poco a ti, que tenga cosas en común contigo y la casa también es así. La casa está adentro de ti… Me gusta que las casas se parezcan a la gente. ¿Alguna vez has pensado en eso?…” dice Óscar, el protagonista, padre del realizador.
«El patio de mi casa» fue película invitada en la octava edición del Festival Zanate y presentada en el Teatro Hidalgo.