El taller está diseñado, en cuestión de tiempos y dinámicas, para adecuarse a las necesidades de cada comunidad o grupo de mujeres con el que se trabaja; sin embargo, partimos de un esquema base como propuesta de trabajo dividido en dos etapas.
Primera etapa:
- Buscar la respuesta a la pregunta qué quiero contar.
- Detonar dinámicas de colaboración, desarrollar ideas y ver sus posibilidades narrativas.
- Construir el cómo quiero contar mi historia.
- La teoría está aterrizada al contexto de cada situación y perfil de las participantes.
- Se brinda un aprestamiento técnico en el uso del equipo de grabación.
- Se piensa esta etapa como una posibilidad de construir un espacio seguro, en el que puedan expresarse con sentirse con libertad.
Segunda etapa:
- Pasar a la acción, la parte práctica, convertir esas ideas en películas.
- Formamos equipos, dependiendo el número de participantes, y entre todas elegimos las historias que podemos producir.
- El grupo de asesoras acompaña los rodajes, pero las ideas y la producción son completamente ejecutadas por las mujeres que toman los talleres.
- Por las limitantes de tiempo y lo complejo que puede resultar el proceso de edición en el documental, esta última etapa cuenta con el apoyo directo de las asesoras, quienes se encargan de operar técnicamente el montaje de los cortometrajes, pero en total colaboración con las realizadoras, con quienes arman las sesiones de edición en papel y el guion de montaje.
- Son días intensos (pero bellos) dedicados a la producción de sus cortometrajes.
- El cierre de estas dos semanas de talleres es la presentación pública de sus documentales terminados a la comunidad.